Posiblemente este nombre no te sea demasiado familiar aún; el Mantrailing es un deporte, relativamente joven, que se basa en la capacidad olfativa natural que poseen los perros, a cualquier edad, y cómo canalizarla para disfrutar de una actividad lúdica o un deporte que poco a poco se va difundiendo en España, por su accesibilidad -pueden practicarlo todos los perros-, y por que no se necesita ningún material costoso ¡Tan solo un arnés y una correa larga! En esta entrada te explicamos en qué consiste.
1. ¿Qué tiene que hacer el perro?El Mantrailing consiste básicamente en la búsqueda y localización de una persona (oculta) mediante un olor de referencia que se le da al perro, generalmente mediante una prenda de ropa impregnada de ese olor. El perro debe seguir solo el rastro de ese olor concreto hasta encontrarla.
El principio de esta disciplina se asemeja al aprendizaje de los perros de búsqueda en superficie, aunque en el Mantrailing el perro debe ser capaz de discriminar otros efluvios y detectar y seguir únicamente el de la persona que debe hallar.
Se puede practicar como una actividad de ocio para que el perro desarrolle su capacidad olfativa y aprenda a discriminar diferentes olores concentrándose solo en el que interesa.
2. ¿Cómo es el aprendizaje?Dado que todos los perros, de manera natural, siguen rastros atractivos para ellos, encauzaremos esta aptitud instintiva para que sigan la pista de una manera selectiva, exclusivamente del olor que les indicamos. Este reto mental es beneficioso para el perro ya que le enseña a concentrarse en una tarea cuyo premio final es encontrar a la persona oculta.
Se trata de una actividad muy apropiada para aquellos perros que presentan algún problema conductual, de inseguridad o hiperactividad ya que conseguimos que su mente esté totalmente enfocada en el ejercicio y que disfrute mucho con ello.
Existen varios métodos de aprendizaje, ya que se puede practicar a nivel básico, como un pasatiempo para tu perro, o bien con un adiestramiento intensivo y complejo para intervenciones más “reales”.
El principio básico es que el guía muestre el “objeto de olor” a su perro (puede ser una prenda de ropa o cualquier objeto) que contiene el olor específico de la persona a buscar, le ayude a familiarizarse con él, le enseñe lo que significa el concepto “busca” y le motive a hacerlo.
Al comienzo del entrenamiento las distancias en las que el perro busca son cortas, y la persona se oculta cerca de él para que la recompensa de la localización sea rápida. Cada vez que el perro tiene éxito hay que elogiarle y recompensarle.
Progresivamente las distancias se aumentan y los trazados se enriquecen incorporando complejidades, atravesando diferentes tipos de terrenos, buscando en lugares urbanos, en automóviles, integrando ángulos al recorrido, realmente el límite está en la imaginación del guía y en saber que el perro debe disfrutar con ello, de tal manera que con un entrenamiento adecuado existen perros que alcanzan un grado de virtuosismo sorprendente en esta disciplina.