Autor: Hogarmania
Las fiestas navideñas alteran la rutina de nuestras mascotas, para evitar que se estresen con los fuegos artificiales, el alboroto, las visitas en casa.... sigue estos consejos.
Las reuniones familiares de Nochebuena y Navidad, los cohetes y fuegos artificiales de Nochevieja, las visitas de desconocidos, viajes en coche a otras casas, los adornos navideños llenos de luces... Pueden alterar la tranquilidad de nuestras mascotas en Navidad, y es que a ellos, más que a nosotros, los cambios en su rutina les producen estrés y ansiedad. Procura ser un dueño previsor y procurar que tu mascota note lo menos posible estos cambios.
Consejos para evitar el estrés de tu mascota en Navidad
La Navidad es una época llena de reuniones sociales. La mezcla de familias también supone mezcla de mascotas y como para las personas este cambio en la rutina también les altera. El cambiar de sitio o recibir invitados en su territorio cuando están acostumbrados a ser los reyes de la casa puede hacerles sufrir cambios de comportamiento como estrés o agresividad.
Todos los dueños de mascotas sabemos lo que sufren nuestros fieles amigos cuando se acerca las fiestas y comienzan a oírse petardos y demás pirotecnia constantemente. Los perros suelen ser las mascotas más afectadas: se esconden, tiemblan de miedo, huyen, se desorientan…
Cuida uvas de Nochevieja, turrón de chocolate, Roscón de Reyes, champán...contienen sustancias tóxicas para tu mascota. Es importante que las mascotas lleven una alimentación equilibrada y específica para evitar empachos ya que la comida de humanos puede ser perjudicial para su salud.
Las luces y cables, bolas, adornos y serpentinas de Navidad... Durante las Navidades nuestro hogar se llena de adornos y objetos brillantes que pueden resultar muy atractivos para nuestras mascotas y al mismo tiempo suponer un gran peligro para ellas. Mantenlos fuera de su alcance y evita sustos.
Muchos dueños sienten una especial ternura cuando vemos a su mascota disfrazada o vestida con alguna prenda navideña. Pero una cosa es ponerle un detalle gracioso y otra ponerle un molesto traje que seguramente él detesta y que, además, puede ser peligroso.