Hoy os traemos la segunda parte del lenguaje canino, para que sigais entendiendo a la perfección a vuestro perro y la convivencia cada vez sea mejor. En este caso nos centraremos en los sonidos que emite, como ladridos y gruñidos y también en el lenguaje corporal, para saber descifrar cada uno de sus movimientos.
Los sonidos
Los sonidos que emite nuestro perro son todos diferentes y cada uno significa una cosa, aunque a nosotros nos parezcan lo mismo. Os enseñamos a diferenciarlos, empezando por los ladridos. Si tu perro emite ladridos continuos y rápidos en tono intermedio, significa alerta o problemas. Nos está avisando de que alguien entra en nuestro territorio. También puede emitir, en este caso, ladridos más lentos y en un tono más bajo, significando que hay gente extraña cerca o intrusos. El perro se está preparando para defenderse si se diera el caso.
Para informarte que algo no va bien y que vayas a ver que ocurre, utilizará ladridos rápidos y pausados. Cuando un can se que solo emitirá ladridos prolongados e ininterrumpidos, casi de llanto, para llamar nuestra atención y alguien le vaya hacer compañía.
Lenguaje corporal
Aunque nuestro perro no emita ningún sonido, con sus movimientos y gestos podemos saber qué quiere decirnos. Con sus expresiones faciales puede aclarar cuál es su intención.
Si el perro está agachado, con las patas delanteras extendidas, el lomo erguido y la cabeza cercana al suelo, te está invitando a jugar con él. Normalmente, también te suele acercar uno de sus juguetes para que juegues con él. Si su posición es erguida y relajada, con las orejas erguidas, la cabeza alta, la boca abierta y la cola baja, quiere decir que está relajado y contento. Por el contrario, la cola erguida, también y los ojos muy abiertos , es que está en situación de alerta. Si su estado es ligeramente inclinado hacia atrás, pelo erizado, con las orejas hacia atrás, la cola entre las piernas y el hocico arrugado, enseñando los dientes, quiere decir que está asustado pero dispuestos a atacar si se le provoca. Cuando coge una posición agachada, con la mirada baja, la cola entre las piernas, pero el pelo no está erizado, es señal de sumisión para evitar peleas. Si el perro se tumba para que le rasquemos la barriga, lo que hace es aceptar que nosotros somos el jefe.
Colocar la cabeza o la pata sobre el lomo de otro perro: es un gesto de autoridad, como diciendo “aquí mando yo”.
Coger objetos con la boca: un ejemplo de estos es cuando el perro coge con los dientes la correa al pasear, esto es un desafío de poder y puede indicar que el perro no acepta la ser humano como líder de la manada.
Colocar la pata en la rodilla del dueño: es una petición de atención.
Revolcarse sobre el lomo: es señal de pero satisfecho y contento. Normalmente, lo hacen antes o después de realizar una actividad que les guste.
- Rascar el suelo o arrancar la hierba con las patas: Está dejando señal de que ha estado ahí.
Mirada directa y fija: desafío o respuesta al desafío por parte de otro perro dominante.
Ojos entornados: respuesta de un perro sumiso ante un reto. Aceptación de la sumisión.
Imágenes/Flickr: Klearchos, Cogdogblog, danxoneil, donjd2, pelican, Orin Zebest, robstephaustralia, violator1.
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