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La temporada de fiestas puede ser un momento complicado para nuestros perros, pues su entorno habitual está lleno de árboles de Navidad, flores y otros adornos. Del mismo modo, la llegada de visitantes puede provocar que su rutina sea diferente. Algunos de los peligros más comunes de la Navidad para nuestro perro se encuentran en nuestra propia casa. ¿Cuáles son?
- Peligros alimentarios: debemos evitar chocolate, cebollas, edulcorantes, dulces porque pueden resultar tóxicos o dañinos para él. También debemos tener mucho cuidado con los huesos, ya que pueden causar asfixia, obstrucciones o perforaciones intestinales.
Si queremos premiar a nuestro perro con algo especial por Navidad, hagámoslo con alimentos o golosinas específicas para él que no supongan ningún peligro para su salud.
Hemos de prestar una especial atención a que no robe sobras de comida, entre las que puede haber ciertos alimentos que representen un riesgo para él. - Árbol de Navidad: si el árbol de casa es natural la mayoría de las especies son de baja toxicidad, pero pueden causar un malestar leve gastrointestinal (vómitos y/o diarrea) si se mastican sus hojas. Además, si caen al suelo y las pisa, las agujas de pino pueden quedar atrapadas en las patas e incluso clavarse, produciendo irritación y dolor.
Lo ideal es delimitar un área de “seguridad” alrededor del árbol y evitar que nuestro perro acceda a él, y limpiar diariamente las hojas o agujas desprendidas. - Decoraciones: las decoraciones de Navidad están diseñadas para parecer atractivas y hermosas, pero esto supone que también son una tentación para nuestro amigo peludo.
Los adornos, bolas navideñas y demás pueden causar problemas si se ingieren, obstrucciones intestinales, o heridas si se astillan.
Las guirnaldas o cintas representan un peligro también si las traga, pues pueden dar lugar a un cuerpo extraño lineal en el intestino que haga necesario que recurramos a la cirugía.
No olvidemos que podemos también tener una desagradable sorpresa si nuestro perro muerde o mordisquea los cables de las luces de Navidad. - Acebo, muérdago y Poinsettia (planta de Navidad): todas estas bonitas plantas de follaje festivo son ligeramente tóxicas si se ingieren y pueden causar vómitos o diarreas, por lo que deben evitarse o mantener fuera de alcance de nuestro perro.
- Pilas y baterías: la ingestión de las baterías y pilas es más común en esta época del año, debido a su presencia en regalos o juguetes. Si se mastican y perforan pueden causar quemaduras químicas y envenenamiento por metales pesados. Si se tragan también es posible que causen una obstrucción. Todas las baterías son potencialmente tóxicas por lo que si sospechamos de su ingestión hemos de acudir rápidamente a nuestro veterinario.
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