Con frecuencia las grasas son los nutrientes con “peor fama” cuando se habla de nutrición canina. Se suelen asociar instintivamente al sobrepeso y a la obesidad, pero se trata de uno de los nutrientes imprescindibles para el organismo del perro. Ahora bien, no todas las grasas son de la misma calidad y deben proporcionarse en la cantidad adecuada.
Las grasas son fuentes de energía para los perros
La grasa es la principal fuente de energía para los perros. Además, los lípidos son también necesarios para impulsar determinados procesos metabólicos como la absorción de vitaminas liposolubles —vitaminas A, D y E—, suministrar ácidos grasos esenciales y ayudar a mantener una piel y pelo sanos.
Las grasas, además de ser en gran parte responsables de la palatabilidad de la dieta, son nutrientes muy digestibles. Debido a esto y a su elevado valor energético, las grasas presentes en el pienso incrementan de manera muy considerable su densidad energética. Un gramo de grasa contiene más del doble de energía que un gramo de proteínas o de carbohidratos.
Las grasas son esenciales en todas las etapas de la vida del perro
Las demandas energéticas de los perros aumentan especialmente en algunos periodos de su vida como durante la gestación, la lactación o el crecimiento de los cachorros, por lo que los perros necesitan un pienso con una mayor cantidad de energía y grasas en esos períodos vitales.
Para los perros deportistas, las grasas y los carbohidratos son las dos principales fuentes de energía para sus músculos. Las actividades de poca intensidad pero continuadas, en las que la resistencia es necesaria como el running o el mushing, necesitan las grasas como combustible principal., mientras que para ejercicios de alta intensidad o de tipo brusco, como el salto o el Agility, los carbohidratos pasan a ser la principal fuente energética. El consumo de una dieta rica en grasa durante el esfuerzo físico ejerce efectos metabólicos beneficiosos, pues mejora la capacidad de utilizar los ácidos grasos para obtener energía, mejorando así la resistencia y el bienestar de los perros.
Las grasas son imprescindibles para los perros que hacen ejercicio de resistencia
Un pienso con un elevado contenido en grasa será la mejor opción para perros que realicen un trabajo de resistencia, pero mantener una reserva adecuada de glucógeno (a través del aporte de carbohidratos) también es importante a la hora de hacer ejercicio, porque si se agotan sus reservas aparece la fatiga muscular y una bajada en el rendimiento, además el glucógeno es necesario para el metabolismo de las grasas durante la fase aeróbica. Los alimentos altos en grasas formulados para los perros que practican actividades de resistencia no solo preparan el músculo para la movilización y la utilización de los ácidos grasos como energía, sino que ahorran glucógeno y ayudan a prolongar su utilización durante el ejercicio.
Asimismo, si el perro pasa gran parte de su tiempo al aire libre en invierno, necesitará este aporte de grasa (calorías) en su alimentación diaria para mantener estable su temperatura corporal.
Ácidos grasos de excelente calidad en la alimentación del perro
Dada su importancia en la nutrición canina y los beneficios que aportan al organismo del perro, es importante conocer el papel de los ácidos grasos en la alimentación de nuestro perro. Los ácidos grasos son un tipo específico de grasas poliinsaturadas. Las dos clases principales de ácidos grasos de los que hablaremos son los ácidos grasos omega 3 y los omega 6. Estas clasificaciones se basan en sus características moleculares. Todos los ácidos grasos esenciales (AGE) son de este tipo y reciben este nombre porque no pueden ser sintetizados por el organismo y, por lo tanto, deben ser aportados en el alimento. El pienso de calidad debe incorporar ácidos grasos omega 3 y omega 6 procedentes de fuentes de la mejor calidad, que son aquellas que provienen de aceites de pescados grasos de los mares fríos (salmón, atún) y de Krill del Antártico.
Los beneficios de los ácidos grasos para la salud del perro
Los ácidos grasos omega 6 y omega 3, actúan sobre el sistema inmunológico, nervioso, cardiovascular y en general mejoran el metabolismo nuestros perros.
– Influyen muy positivamente sobre el aspecto y la calidad del pelo. Muchos problemas, como un pelo opaco y quebradizo o seborreico, mejoran si el pienso contiene ácidos grasos de calidad y en la cantidad suficiente.
– Algunas enfermedades del sistema inmune, sobre todo aquellas que afectan a la piel, mejoran gracias a su acción. Así, en el caso de alergias e inflamaciones, su uso reduce el prurito en un 40%, aproximadamente. El perro se rascará menos, y así disminuirá la ansiedad que genera el picor constante, la piel se regenerará antes y evitamos lesiones por rascado.
– Contribuyen a disminuir algunas infecciones de la piel y oídos (otitis).
– Tienen efectos muy positivos en la protección hepática.
– Ayudan a prevenir diversos problemas cardiovasculares debido a su efecto cardioprotector.
– En el caso de animales mayores afectados de disfunción cognitiva se recomienda la alimentación que contenga ácidos grasos por su papel protector y antioxidante.
Qué es el DHA y por qué es beneficioso para el cachorro
El DHA (un tipo de ácido graso omega 3) ha demostrado ser clave en el desarrollo neuronal de los cachorros, por lo cual es beneficioso su consumo también por parte de la madre durante la gestación. También está comprobado que el DHA del omega 3 hace que los cachorros aumenten sus cualidades para el entrenamiento y aprendizaje. El DHA es uno de los ácidos grasos esenciales que se encuentra más abundantemente en el cerebro, y se sabe que es vital para una adecuada función mental.
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