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Cualquier lugar en obras o reformas puede ser tan peligroso para los animales domésticos como para los seres humanos, y además los perros y gatos no usan casco, botas de seguridad ni mascarillas… Las mascotas encuentran su equilibrio en un cierto orden y rutina en sus vidas y en sus horarios y, cuando esa rutina se rompe pueden reaccionar mostrando agitación o agresividad, escondiéndose o huyendo, entre otras cosas.
Los perros, los gatos y la mayor parte de las mascotas tienen los sentidos del olfato y el oído muy agudizados y son especialmente sensibles a los ruidos fuertes. La mayoría de ellos tienen una capacidad pulmonar más pequeña que los seres humanos, y además son mucho más sensibles a los olores o humos que a veces pueden resultarles muy nocivos.
Si tienes un perro comprueba si legalmente se le permite que esté en la obra, lo que variará de un lugar a otro, e incluso entre comunidades vecinales, en cuyo caso puede que haya que buscarle necesariamente un alojamiento provisional. Está claro que la mejor opción es mantener a las mascotas fuera del edificio / vivienda que está siendo objeto de reformas, y no solo los perros y gatos, sino también los hámster, pájaros y cualquier mascota que esté enjaulada, ya que también pueden respirar polvo y sustancias volátiles que pueden causarles daño, y el ruido o la actividad continua puede ser muy estresante para ellos, que no entenderán lo que está ocurriendo. Si una obra ya puede ser estresante para los seres humanos que entendemos el por qué de ruidos como el del taladro y el “caos” que a veces se origina, ¿te imaginas lo que debe ser para una mascota que no entiende nada de lo que pasa?.
Sin embargo a veces, por las circunstancias que sean, puede no ser posible la mudanza de las mascotas, pero su bienestar es responsabilidad del adoptante, y no tanto del contratista (que en algunos casos además puede negarse a trabajar si hay una mascota en la vivienda).
¿Qué hacer en los casos en que las mascotas deben necesariamente estar en las reformas o cerca de ellas, donde además es habitual que las puertas estén abiertas, incluso la de acceso a la vivienda?:
- Rutina: Aunque unas reformas en casa pueden alterar bastante nuestro ritmo de vida, hay que tratar de que esto no afecte al cuidado de nuestras mascotas. Ni en los momentos de mayor estrés hay que dejar de cumplir con su horario de alimentación e higiene, y en el caso de los perros llevarlos a pasear de forma regular, sin alterar su rutina normal.
- Refugio y rincón relajante: Puede ser una buena idea procurarles una “cueva”, una envolvente que sea para ellos un refugio acogedor donde puedan guarecerse y sentirse seguros cada vez que un ruido les sobresalte. Puede ser una cueva de fieltro, unpequeño tepee, una casita de cartón o cualquier otra (ejemplos creativos). Además procura a tu mascota un rincón lo más agradable y relajante posible, con todos sus juguetes, mantas y almohadas, agua y bandeja sanitaria en el caso de los gatos, y con música clásica relajante para ayudar a minimizar el ruido de la construcción.
- Mascotas pequeñas como los hámster: Sus principales amenazas son los olores y el polvo. Los productos químicos y sustancias volátiles que se desprenden en las obras pueden ser fatales para sus diminutos pulmones, así que hay que mantenerlos siempre lejos de la zona de las reformas.
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